Toda la información aqui vertida es de uso exclusivo de los miembros del Grupo Parroquial y se hace con el fin de dar a conocer a la sociedad de los trabajos desarrollados a favor de preservar nuestras Tradiciones y Costumbres heredadas de Padres a Hijos y son para acercarnos como familia, sociedad y como pueblo a nuestro Padre Celestial y a su hijo Nuestro Señor Jesucristo.
La información puede utilizarse respetando el sentido original y no puede alterarse ya que se harían acreedores las sanciones que la ley establece.
Utilicemos estos mensajes para ser mejores como seres humanos con nuestros semejantes y asi seremos agradables a los ojos de Dios.
Que Jesucristo Nuestro Señor se quede con ustedes
El Comité de Trabajos Cuaresmales del Grupo
Parroquial Hermandad del Santo Entierro de Comala, A.C.
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![]() CORRESPONDIENTE AL CUARTO VIERNES DE CUARESMA
“LA SAMARITANA” RESPONSABLE DEL GRUPO DE TRABAJO PARA LOS ADORNOS DEL ALTAR MAYOR SR. SALVADOR CAMBEROS VENEGAS JEFE DE SECTOR O CUARTO VIERNES SR. ADAN AYALA FLORES 2º AL MANDO COMALA, COL., CUARESMA 2011
INTRODUCCIÓN: DE PIE Guía ¡Buenos Días! Que la gracia, la paz y la misericordia de Dios Padre Todo Poderoso y Jesucristo Nuestro Señor, este con todos nosotros. Todos: Y Con Su Espíritu Guía: Nos hemos reunido esta mañana para Honrar y Glorificar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; que la presencia del Espíritu Santo y la Santísima Virgen María nos ayuden a profundizar en esta meditación del Rezo de Once con el tema del Cuarto Viernes de cuaresma correspondiente a “LA SAMARITANA” para Honra y Gloria del Padre y bien de todos nosotros. Así sea. Todos: Amén. Guía: En el nombre del Padre, Del Hijo y del Espíritu Santo Todos: Amén. Los encargados de la organización y adorno del altar de este cuarto viernes son: El Sr. Salvador Camberos Venegas Jefe de Viernes y el Sr Adan Ayala Flores SENTADOS
PRIMERA CONSIDERACION ¡Son ya las once del día, prepara mares de lágrimas para llorar! ¡Son ya las once del día,… llégate a la Casa de Poncio Pilatos,… acércate a oír el ruido, gritería y vocerío de los soldados, el estruendo de las armas, y mira el espectáculo más tierno y doloroso que vieron los siglos,… atiende,… cómo después de los azotes que ha recibido tu redentor en su cuerpo, después de tener su cabeza traspasada con espinas, llegan aquellos verdugos, y con palabras crueles, ponen sobre sus hombros el madero de la Cruz. He aquí el inocente Abel a quien la envidia saca al campo para quitarle la vida, al obediente Isaac, que lleva en sus hombros leña al monte donde ha de ser sacrificado,… mira como a golpes y empellones, le hacen salir a andar aquel largo camino,… toma ánimo,… abre los ojos, atiende como va temblando todo el Santísimo Cuerpo; rasgadas y despedazadas sus carnes y desvanecida la cabeza con el dolor de las espinas, con los gritos y falta de sangre, ciega la vista y turbada por la hinchazón de los ojos, abierta la boca Santísima y toda ensangrentada, la violencia con que lo llevaban, que era tanta por el deseo que tenían de acabar de quitarle la vida, que tirando violentamente el que llevaba la soga y empujando los que venían atrás, cayó en tierra tu Redentor y dio con sus rodillas en las piedras. Renovándose a la fuerza del golpe todos los dolores de su cuerpo, ¿conoces a éste hombre?,… ¿Sabes quién es este preso?,… ¿quién le ha puesto en esta figura?,… ¿quién le ha derribado en el suelo tan a pocos pasos con tan lastimosa caída?,… ¿Quién había de ser sino las caídas de los malos pensamientos?, ellos son los cruelísimos verdugos, que con sus desenfrenos, soberbia y altivez han tirado por los suelos a tu Dulcísimo Redentor. ¡Oh! caídas, ¡Oh! pecados de pensamientos, ¿cual es vuestra crueldad y tiranía? (De rodillas), meditamos esta primera consideración... ACTO DE CONTRICION ¡Oh Jesús dulcísimo! ¡Qué espectáculo ha pasado?,… ¿es posible amor mío que yo sea tan malo?... ¿es posible que me creaste y nací para servirte, y cuando sólo había de tener entendimiento para conocerte, voluntad sólo para amarte, con el desvarío de mis malos pensamientos, corriendo con tanta ligereza, que parece que sólo había sido criado para injuriarte, sólo había nacido para ofenderte, yo Dios mío, merezco esos dolores, afrentas e ignominias, pues son mis culpas quién las ha causado. ¡Ea dulce bien mío, padre de misericordia, levántate de esa lastimosa caída, mis lágrimas y dolor que tengo de haber pecado me sirvan para amarte, servirte y agradecerte hasta la muerte.!.. De pie. CREDO. Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso; Creador del Cielo y de la tierra; de todo lo visible y lo invisible; creo en un solo Señor Jesucristo; Hijo único de Dios; nacido del Padre antes de todos los siglos; Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo; se encarnó de María La Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilatos; padeció y fue sepultado, resucitó al tercer día según las escrituras, subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre y de nuevo vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló con los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, Santa, Católica y Apostólica; confieso que hay un solo bautismo, para el perdón de los pecados; espero la resurrección de los muertos y de la vida del mundo futuro. Amén. LA SAMARITANA Junto al pozo de Jacob (Lectura del libro del Apóstol San Juan 4, Versículos 1-10) Cuando Jesús supo que los fariseos sabían lo que Él hacía y bautizaba más discípulos que Juan (aunque no los bautizaba Jesús sino sus discípulos) dejó Judea y salió otra vez para Galilea debiendo pasar por Samaria. En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo. Era cerca del mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: “Dame de beber”. (Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida). La samaritana le contestó: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. (Porque los judíos no tratan a los samaritanos). Jesús le dijo: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva”. PALABRA DE DIOS Reflexiones. En la humilde cátedra de un pozo o de una fuente, el Verbo de Dios encarnado se abandona a conversar con los hombres y con serenidad admirable manifiesta a la mujer de Samaria las arcanas cosas del cielo. S. Agustín. Ruega por la conversión de los pecadores. Sentados.
PRIMER CANTO QUIEN TOME DE ESAS AGUAS Quien tome de esas aguas, que yo le daré; quien toma de esas aguas, no volverá a tener sed. DAME DE ESAS AGUAS, SEÑOR. ¡DAME DE BEBER! TOMÉ DE MUCHAS FUENTES, Y VE, HE VUELTO A TENER SED. El agua que yo te ofrezco será de un manantial, manantial de limpias aguas que lleve a la eternidad. El agua que tú me has dado, mi Dios, cual lluvia a mi alma llegó, era un desierto sin vida, mas hoy, su fruto será el amor. SENTADOS. SEGUNDA CONSIDERACION Llégate, alma devota, a tu amorosísimo Jesús, caído en el suelo por tus culpas, pues ellas fueron los ingratos verdugos que lo arrojaron, ofrécele para que se levante tu corazón lleno de dolor y arrepentimiento y acompáñale en el largo camino que le espera; con esta caída y los golpes que se dio en las piedras y los que le dieron los verdugos, quedó aquel santísimo cuerpo quebrantadísimo, mira cómo va caminando, con mayor flaqueza y temblor, crece la furia de sus enemigos y le dan más fuertes y crueles golpes a tu humildísimo redentor; a quién desde los balcones y ventanas le arrojan aquellas asquerosas aguas profiriéndole muchas injurias. La sentencia que le van pregonando, dictada por tus pecados y ejecutada por la judaica malicia de “Poncio Pilatos”, presidente de Jerusalén, quien manda y decreta que sea crucificado Jesús Nazareno por falso profeta, engañador de las gentes, inquietador de las Repúblicas, sembrador de doctrinas falsas, que con pacto con los demonios, obra fingidos milagros, valiéndose para ello de Belcebú, príncipe del infierno; y por tirano usurpador de reinos y traidor a Cesar, emperador de los Romanos… ¿Qué dicen almas cristianas?... ¿Te admiras de ver como corresponde aquel ingrato pueblo a tantos beneficios?... pues pásmate viendo que tú has sido el ingrato que con silenciosas palabras has dictado la sentencia, después de hallarte obligado con tantos beneficios que sabes, has recibido de este mismo Señor a quien has sentenciado. ¡Oh, Dios Santísimo! ¡Oh alma ingratísima! considera la paciencia, afabilidad y modestia del Redentor al oír tan infames injurias, al escuchar las palabras de desprecio; al imaginar que no eres respetado; cómo tu altivez y soberbia te representan que debería ser. Mira como la rabiosa furia y prisa de sus enemigos le hicieron caer por segunda vez, ensanchándose con nuevo dolor y pena todas las heridas antecedentes. ¡Oh caídas! oh culpas de palabras, que tan caro costáis a mi Redentor. Meditación (de rodillas). ACTO DE CONTRICION. Oh inocentísimo Redentor, Jesús Dulcísimo, caído la segunda vez con el peso de la cruz por las repetidas caídas y malas palabras, yo dolorosísimo Señor, he sido la causa de esa tan lastimosa caída; me pesa Dios mío, quisiera tener las lenguas de todas las criaturas para alabarte en satisfacción de lo que con mis pecados te he ofendido; Dios misericordioso, obra tu como quien eres: dad a mi alma un doloroso sentimiento de tus tormentos, que la tenga un día contigo hasta la muerte. Amén. De pie: CREDO. (Puede hacerse dialogado) ¿Creen ustedes en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y la tierra? - Sí, creo. ¿Creen en Jesucristo su único Hijo y Señor nuestro, que nació de la Virgen María, padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre? - Sí creo ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna? - Sí creo ¡Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor! – Amén LA SAMARITANA El Agua Viva (Lectura del libro del Apóstol San Juan 4, Versículos 11-18) La mujer le respondió: “Señor, ni siquiera tienes con que sacar agua y el pozo es profundo, ¿Cómo vas a darme agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del que bebieron él, sus hijos y sus ganados?”. Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna”. La mujer le dijo: “Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni tenga que venir hasta aquí a sacar la”. Él le dijo: “Ve a llamar a tu marido y vuelve”. La mujer le contestó: “No tengo marido”. Jesús le dijo: “Tienes razón en decir: ‘No tengo marido’. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”. Reflexiones. El corazón humano está inquieto y fatigado. Es necesario que la acongojada humanidad suenen las palabras solemnes: “Venid a mí todos los que estáis fatigados, y yo os ofreceré consuelo y alivio”. Jesús no decía expresamente así, pero quería dar a entender a la mujer que no se afanase sin provecho, mas ella no comprendía aún el lenguaje del todo nuevo. San Agustín. Pídele a Jesús el agua de la fe y de la gracia. SENTADOS
SEGUNDO CANTO ”OH DULCE JESUS MIO” ¡Oh dulce Jesús mío! Perdón , perdón Perdóname Dios mío, perdón, perdón. Olvida mi extravío, ¡Oh dios de amor! olvida ya mis culpas perdón, perdón. Ha tiempo que escuchaba tu dulce voz que tierno me llamaba ¡Oh buen Pastor! Mas yo insensato y necio, vil pecador, con bárbaro desprecio pagué tu amor. Contrito, arrepentido, vengo Señor, de haber ingrato herido tu corazón. SENTADOS TERCERA CONSIDERACION Si el dolor lastimoso que hasta aquí has visto, no te ha sacado fuera de ti, acércate alma devota, y ayuda a levantar a tu dulcísimo redentor; dile con íntimos gemidos de tu corazón a esa gente que convierta su crueldad contra ti; que tú mereces esos golpes, injurias y oprobios; que no es a Jesús quien piensan; que aunque le vean en traje de pecador, sepan que es la misma santidad y bondad por esencia a quien el amor y misericordia a los pecadores lo puso en esa figura; que esas caídas no son suyas, sino tus depravados deslices; que descarguen en ti todo su furor y rigor, que desahoguen en ti toda su crueldad y tiranía y mira como habiéndose levantado tu pacientísimo Jesús con grandísimo trabajo, prosigue su doloroso camino con indecible flaqueza. ¡Oye cómo crece el ruido y las blasfemias! Mira como se ha encontrado en la calle de la amargura con su Madre Santa, que allí le aguardaba para verle… ¿Qué sentirá el corazón de nuestra Señora cuando le vio venir tan lastimado?... Ensangrentado y fatigado. ¿Qué sentiría aquel clementísimo Señor, cuando alzando los ojos se encontró con los de su Madre Santísima que le miraba?… ¿Quién puede explicar aquí el dolor y quebranto de aquellos dos amantes corazones?... Quedó nuestra Señora tan inmóvil con aquella vista que al no haberla asistido la omnipotencia con singularísima providencia, hubiera muerto. El Señor quedó traspasado con la lastimosa vista de su Madre, que suspendió un tanto los pasos, y entonces, impacientes los verdugos de esta detención, tiraron con tanta fuerza y le dieron tan grande empellón, que cayó por tercera vez como muerto y del todo desfallecido sin poderse mover debajo de la cruz. ¡Alma amante!, ve aquí al Hijo santísimo caído delante de su Madre casi muerta; delante de su dulcísimo Hijo. ¡Oh caídas!... ¡Oh culpas de obra!... ¿Cual es vuestro peso?, ¡Pues llega a rendir los hombros de la infinita fortaleza!... Mira como, al punto, irritados con esta tercera caída los ministros le maltrataron mucho más que en las otras y le daban golpes más fuertes, pero todo en vano, porque con los golpes que le daban para que se levantara, le imposibilitaban más hacerlo y aunque nuestro redentor se afanara para levantarse, era tal el temblor de todos sus miembros que flaqueaban y no podían sostener el peso de su cuerpo. ¡Oh infinita fortaleza!... Viendo los ministros la demasiada flaqueza del Salvador, buscaron no por piedad, sino por deseo de que llegara al suplicio, entre toda aquella multitud, uno que le ayudara a levantarse y a llevar la cruz, y no hallaron quien quisiera, hasta que echaron mano de Simón Cirineo, hombre inculto y silvestre que venía del campo, y ni él quería hacer aquel oficio, hasta que lo obligaron y así comenzó a ayudar a Jesús de muy mala gana. ¡Oh dulcísimo Redentor mío, cuan aborrecible es para las criaturas la Cruz que por su amor tomaste!… ¡Como no hay quién quiera ayudarte a llevarla y los que la toman lo hacen de mala gana!… ¡Oh centro de mi vida! ¡Cuántas veces he imitado yo al Cirineo en la repugnancia con que he llevado la Cruz de mi estado! Atiende alma devota, como ayudando el Cirineo a levantar la Cruz, se levantó afligidísimo el Señor y prosiguió su doloroso camino: mira como se multiplican las injusticias, lo llevan más arrastrando que andando, hasta llegar a la falda del Monte Calvario; era la cuesta del monte muy empinada: mira como la comienza a subir sin alcanzar respiración, llevándoselo a cada paso, para atrás el peso de la cruz; si un hombre sano y robusto al subir por una cuesta se fatiga, se le estremecen los miembros, se le pausa la respiración que apenas la alcanza, considera a tu amantísimo redentor; si el dolor no te saca de ti, al contemplar el gravísimo peso de la Cruz, con la infinidad de dolores antecedentes, no se te olvide esta subida, cuando te vieres cansado de tu cruz; mira con cuanta crueldad hacen subir a Jesús con la suya y con cuanta piedad y misericordia la lleva;… por ti llegó en fin a la cumbre del Calvario, en donde descargándoles con dolorosos golpes, y del peso de la cruz, se prepara la crueldad de la tiranía. Tú alma devota, acompaña a tu redentor en esa cumbre el espacio que quisieras, que ya, a mi tibieza faltan voces para explicar el mar inmenso de sus penas. Meditación (de rodillas) ACTO DE CONTRICION: ¡Oh Jesús Santísimo, si yo con mis culpas me he fabricado la eterna cárcel en que he de carecer de la gloria de verte y de gozarte, no me niegues en esta vida el amarte, servirte y alabarte. Manda Dios mío, la sentencia, que bien sé que sabrías mandarla; si pudiera enmendar mi delito, sea glorioso triunfo en tus tormentos mi salvación. Tú eres mi Dios, yo soy tu pobre y miserable criatura, quita lo que yo he hecho con mis culpas, y verás lo que tú formaste con tu omnipotencia y misericordia. Quisiera Señor darte una satisfacción infinita, pero ¿Qué he de hacer?, si todo mi dolor es la medida de mi ser. Eh cordero inmaculado, sacrificado por mi amor, me ablande tu preciosísima sangre; ¡Oh Dios de mi vida quién pudiera quedar clavado en esa cruz para satisfacer a tu voluntad!... Yo, Señor, yo soy quien la merezco, pues mi corazón lleno de vicios es el áspero monte de donde se ha cortado ese dolorosísimo madero. ¡Oh, quien pudiera deshacer mis pesadas culpas y darte con mi dolor y sentimiento tanta honra y gloria como mereces!, vuelve ya Señor, a la casa de tu celestial Padre, al más desconocido pródigo, al más vicioso publicano, la más escandalosa Magdalena; no desprecies, Dios mío mi corazón corto y humillado; tú que sabes convertir las duras piedras en estanques y fuentes aguas dulces... Convierte la durísima peña de mi corazón, en dolorosas lágrimas con que pueda borrar las manchas de mis culpas. ¡Oh, si yo fuera tan dichoso, que al entender como pierdes por mi amor la vida de ese duro leño! Dios mío, que traspasado por esta pena, siempre viva unido a mis hermanos, hasta que llegue la inevitable hora de mi muerte; pase mi alma, como la espero de tu misericordia, a alabarte en la gloria eterna. Amén. Credo: (Puede hacerse dialogado) ¿Creen ustedes en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y la tierra? - Sí, creo. ¿Creen en Jesucristo su único Hijo y Señor nuestro, que nació de la Virgen María, padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre? - Sí creo ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna? - Sí creo ¡Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor! – Amén LA SAMARITANA Los apóstoles en el pozo. (Lectura del libro del Apóstol San Juan 4, Versículos 27-30) En esto llegaron los discípulos y se sorprendieron de que estuviera conversando con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: ‘¿Que le preguntas o de qué hablas con ella?’. Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue al pueblo y comenzó a decir a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Mesías?”. Salieron del pueblo y se pusieron en camino hacia donde Él estaba. SENTADOS: Reflexión. Los apóstoles llamados por Jesús dejan en seguida la red; la mujer deja el cántaro e inicia el oficio de evangelista, y lleva a Jesús, no una o dos personas, sino a una ciudad entera El alma, una vez encendida de amor celestial, no atiende ya a ninguna de las cosas terrenas, ni gloria ni vituperio, sino solo a la llama que la ha investido y de la que esta toda poseída. La samaritana no quería alegrarse y llevar la nueva de un santo acontecimiento solamente con su anuncio, sino deseaba que sus paisanos oyeran con sus propios oídos y acogieran en su alma la vibración de la doctrina de Cristo. Y nótese que ella no dice venid y creed, sino venid a ver, que era más fácil. Pensaba que ellos, gustando de aquella fuente viva, quedarían como ella embriagados. ¿Será acaso este el Cristo? La mujer no anunció resueltamente al Cristo, mas tampoco calla del todo. Aquella pregunta ¿Será acaso este el Cristo? conquistó los corazones y llevó un pueblo a Cristo. San Juan Crisóstomo. También tú procura llamar a los hermanos para que vayan a Jesús (Canto de polifonía) o 3er Caida " Al suelo derribado, tercera vez el fuerte, nos alza de la muerte a la inmortal salud. TERCER CANTO “PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR” Perdona a tu pueblo Señor; Perdona a tu pueblo, Perdónale Señor No estés eternamente enojado; No estés eternamente enojado Perdónale Señor Por tus profundas llagas, tan crueles; Por tus salivas y por tus hieles Perdónale Señor. Por tus heridas de pies y manos Por los azotes, tan inhumanos Perdónale Señor. Por los tres clavos que te clavaron Y Espinas que te punzaron Perdónale Señor. Por las tres horas de agonía En la que por Madre diste a María Perdónale Señor. Por la abertura de tu costado No estés eternamente enojado Perdónale Señor.
AQUÍ ES EL TEXTO DE LA DESPEDIDA DEL VIERNES * En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado * El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado * Oh Jesús sacramentado yo te doy mi corazón * Para que estampes en el tu Santísima Pasión Amen Dulce Madre, no te alejes, tu vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes, ya que nos proteges tanto como verdadera Madre haz que nos bendiga El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen Vayamos en paz a vivir con nuestras familias lo que aquí hemos meditado Adiós y Buenos Días. El próximo viernes meditaremos el Tema de “Lázaro”
Perdona a tu pueblo Señor; Perdona a tu pueblo, Perdónale Señor
No estés eternamente enojado; No estés eternamente enojado Perdónale Señor
Por tus profundas llagas, tan crueles; Por tus salivas y por tus hieles Perdónale Señor.
Por tus heridas de pies y manos Por los azotes, tan inhumanos Perdónale Señor.
Por los tres clavos que te clavaron Y Espinas que te punzaron Perdónale Señor.
Por las tres horas de agonía En la que por Madre diste a María Perdónale Señor.
Por la abertura de tu costado No estés eternamente enojado Perdónale Señor.
Apreciable Visitante aqui podrá bajar el audio del Rezo de Once correspondiente a este viernes de cuarésma http://www.mediafire.com/listen/jwa158aadw72azf/Rezo_de_Once_4º_Viernes_La_Samaritana.WAV En caso de que no lo lleve a la descarga, copie y peguelo en su ordenador y lo llevará al sistema de descarga. |
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